Publicamos un artículo de opinión en El País el lunes, argumentando que un reenganche de la Unión Europea podría ser clave en forjar una solución en Venezuela. Aquí el párafo clave:
“La Unión Europea tiene potencial para romper este trágico equilibrio. El año pasado, el Grupo de Contacto Internacional (GCI), compuesto por varios gobiernos de países de la UE y latinoamericanos, resultó fundamental para sentar las bases y crear apoyo internacional en torno a la idea de establecer negociaciones, mientras que muchos de los interesados, como EE UU, mostraron su oposición. Podría hacer lo mismo este año. Si el GCI presionara a que ambos lados acepten el fracaso de su «Plan A», podría hacer que se tomaran las negociaciones más seriamente. Si los países de la UE urgieran a las Naciones Unidas a desempeñar un papel más firme en el conflicto, se podría poner en marcha un acuerdo humanitario que pusiera límite a los intereses políticos entorno al mismo. Y si la UE facilitara las negociaciones entre los interesados internacionales, en particular entre los EE UU y Rusia, se podría producir una reorganización del patrocinio internacional que ha reducido el interés de las partes por llegar a un acuerdo.”