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(Ariana Cubillos/Foto AP)

El 30 de diciembre, la Asamblea Nacional dirigida por la oposición y elegida en 2015 en Venezuela votó a favor de poner fin a la figura del «gobierno interino.» Esto puso fin de manera efectiva al papel de liderazgo interno de Juan Guaidó, que había sido reconocido por el gobierno de Estados Unidos y algunos de sus aliados como presidente interino de Venezuela desde 2019. Tres de los cuatro principales partidos de la oposición (Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Acción Democrática) en la Asamblea Nacional de 2015 votaron a favor de poner fin a la reclamación de la oposición de un gobierno interino a partir del 4 de enero, mientras que Voluntad Popular (dirigido por el mentor de Guaidó, Leopoldo López) y miembros de varios partidos más pequeños se opusieron. Esta votación demostró que muchos miembros de la oposición ven la necesidad de un cambio de estrategia, especialmente de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

Tras su creación inicial en 2019, el gobierno interino recibió el apoyo de más del 60 por ciento de los venezolanos, y Guaidó fue reconocido internacionalmente como presidente interino por casi 60 países, incluido Estados Unidos -a pesar de que la mayoría de estos países también mantenían relaciones diplomáticas con el gobierno de facto de Maduro. Sin embargo, a medida que la pandemia de Covid-19 golpeó y el régimen de Maduro continuó reprimiendo los espacios cívicos, Guaidó luchó por ganar tracción en la lucha por la democracia y su popularidad disminuyó a medida que la gente perdió la fe en la capacidad del gobierno interino para iniciar una transición democrática. En 2020, un estudio realizado por la encuestadora venezolana Datanalisis reveló que la aprobación de Guaidó se situaba sólo en el 26 por ciento en mayo de 2020, mientras que la aprobación de Maduro era del 13 por ciento. Este creciente descontento se hizo cada vez más evidente en la reciente votación para poner fin al gobierno interino, en la que 78 miembros de la Asamblea Nacional votaron a favor, con 29 en contra y 8 abstenciones.

La votación del 30 de diciembre marca un nuevo camino para la Plataforma Unitaria, una amplia alianza política opositora representada por el equipo negociador que participa en el proceso de diálogo de Ciudad de México. Hay nuevos interrogantes sobre su estructura interna y su unidad, así como sobre la forma en que este cambio de estrategia afectará a las elecciones primarias de la oposición previstas para este año, antes de las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela. Esta votación también demostró la creciente división entre la oposición, en particular entre Voluntad Popular y los otros tres partidos de la oposición, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. El 12 de enero, mientras representantes del equipo negociador de la Plataforma Unitaria se encontraban en Washington, Leopoldo López (líder de Voluntad Popular y mentor de Guaidó) criticó públicamente a los otros partidos y afirmó que dos de sus negociadores habían sido cooptados por Maduro. En respuesta, la Plataforma Unitaria emitió un comunicado expresando su compromiso con el pueblo venezolano y enfatizando la importancia de la unidad, afirmando que «El adversario está en Miraflores, no entre nosotros.» Con estas divisiones internas, el reto para el futuro no es tanto el fin del gobierno interino en sí, sino lo que ese cambio de estructura significa para la forma en que la oposición se replanteará y reorganizará para encontrar un candidato unificado de cara a las elecciones de 2024.

Tras la disolución del gobierno interino, la Asamblea Nacional de 2015 formará una serie de comités que supervisarán los aspectos de la gobernanza anteriormente a cargo del gobierno interino. Para dirigir estas comisiones, el órgano controlado por la oposición nombró el 5 de enero a tres legisladores exiliados que residen actualmente en España y Estados Unidos como nuevos líderes de la legislatura. Dinorah Figuera, una cirujana que vive exiliada en España desde que se vio obligada a huir de Venezuela en 2018, será la presidenta de la Asamblea, con Marianela Fernández como primera vicepresidenta y Auristela Vásquez como segunda vicepresidenta. Estas mujeres representan a los partidos opositores Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática, respectivamente.

El 10 de enero, Figuera instaló la Comisión Delegada, que será el órgano funcional de la Asamblea Nacional de 2015 hasta 2023. Figuera anunció los 15 comités permanentes que conformarán la comisión y designó presidentes y vicepresidentes para cada uno de ellos. Cuatro de estas comisiones estarán lideradas por Acción Democrática, cuatro por Primero Justicia, tres por Un Nuevo Tiempo, dos por Voluntad Popular y dos por un partido más pequeño conocido como Encuentro Ciudadano. Estas comisiones se ocuparán de diversos temas, como política interior, política exterior, finanzas, energía y petróleo, defensa y seguridad, desarrollo social, pueblos indígenas y medio ambiente. Este año, la comisión se encargará de nombrar al Consejo de Administración y Protección de Activos y de supervisar su trabajo. Con la disolución del gobierno interino, este consejo es el único órgano que puede asumir la defensa de los activos y fondos que se encuentren en el extranjero como consecuencia de las sanciones, en nombre de la Asamblea Nacional de 2015.

Mientras la oposición se adapta al nuevo liderazgo dentro de la Asamblea Nacional de 2015, la cuestión de los candidatos presidenciales de la oposición para 2024 sigue pendiente. Acción Democrática fue el primer partido en anunciar un candidato presidencial, nominando a Carlos Prosperi, mientras que partidos más pequeños como Causa R, Vente Venezuela, Encuentro Ciudadano y Concertación Ciudadana también han confirmado sus candidatos: Andrés Velásquez, María Corina Machado, Delsa Solórzano y César Péres Vivas. Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Voluntad Popular aún no han oficializado sus candidatos, aunque se espera que Voluntad Popular confirme a Juan Guaidó y hay al menos tres interesados en Primero Justicia (Henrique Capriles, Carlos Ocariz y Juan Pablo Guanipa) compitiendo por el puesto. Sin embargo, aún no está claro si los partidos de la oposición decidirán presentarse con sus propios candidatos o se unirán para apoyar a un candidato unificado de la oposición para las elecciones presidenciales de 2024.